miércoles, 9 de agosto de 2006

contaminacion...

POR QUE FRACASO EL SANEAMIENTO DEL RECONQUISTA
Un espejo para el Riachuelo
La fallida limpieza es una advertencia por el Riachuelo, advierten ONG que reclaman su saneamiento efectivo. Reunión con Picolotti.

El plan de saneamiento del Reconquista fue lanzado en 1996.
Subnotas

Cuestión de competencias
“Un plan maestro integral”


Por Pedro Lipcovich
“...Y el proyecto de sanear ese curso de agua, uno de los más contaminados del mundo, en las puertas de la Ciudad de Buenos Aires, fracasó una vez más: porque las industrias contaminantes se negaron a tratar sus efluentes, compraron con dinero a los políticos y extorsionaron a los trabajadores con la amenaza de desocupación; porque los intendentes y concejales, en defensa de los empresarios y sólo atentos a los barrios privados, torpedearon la constitución de los comités de cuenca con participación comunitaria; porque las obras de tratamiento de residuos cloacales no se hicieron, entre denuncias de corrupción, o se hicieron sólo en beneficio de los sectores adinerados; porque las autoridades ambientales no tuvieron la fuerza o la posibilidad de oponerse a esa maraña de intereses.” Para prevenir la posibilidad de que este comentario aparezca, referido al Riachuelo, en un diario de 2016, es imprescindible examinar lo sucedido con el plan de saneamiento del río Reconquista, que se había lanzado en 1996: el párrafo que encabeza esta nota es precisamente lo que, según denuncias de entidades ambientalistas, habría sucedido. Lo seguro es que, en 2006, el Reconquista está peor que una cloaca. Hoy, una de las entidades denunciantes se entrevistará con la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, para transmitirle esa experiencia y para sostener que “la cuestión central se refiere al Río de la Plata, que está siendo envenenado por el Riachuelo, el Reconquista y la Cloaca Máxima en Berazategui. Sanear estas tres fuentes debe ser una sola operación”.

Martín Nunziata, integrante de la Asamblea Delta y Río de la Plata, cuenta la historia así: “El organismo que debía hacer el saneamiento de la cuenca del río Reconquista se llama UniRec (Unidad de Coordinación Proyecto Río Reconquista), un ente autárquico y autónomo que tuvo un presupuesto asignado de casi 400 millones de dólares. La ejecución del plan comenzó en 1996 y en 2001 se lo dio por terminado, se disolvió el organismo y los resultados se publicitaron como exitosos: pero sólo se habían hecho las obras hidráulicas para prevenir inundaciones, que por lo demás resultaron cuestionables. El saneamiento debía incluir cuatro nuevas plantas de tratamiento de efluentes cloacales, el correspondiente tendido cloacal, la minimización del vertido de residuos industriales, con monitoreo y control de esos efluentes. Nada de eso se hizo”.

¿Por qué fracasó el saneamiento del Reconquista? “Lo que fracasa siempre, en estos intentos, es el control de los efluentes industriales –sostiene Nunziata–. Las obras hidráulicas suelen hacerse porque ahí puede haber mucha ‘mordida’: hay mucha compra de cemento, muchos presupuestos. Con el control de efluentes industriales pasa al revés: los empresarios financian las campañas políticas y no es fácil que alguien tome la decisión política de obligarlos a adecuarse a los parámetros de vertidos que fija la ley. Por ejemplo, en 2001, cajas negras provistas por industriales bonaerenses financiaron la campaña de Carlos Ruckauf para la gobernación de la provincia.”

“Además –continuó el asambleísta–, las empresas amenazan con que, si se aplican las leyes ambientales, deberán cerrar y eso producirá desempleo: buscan y a menudo logran que los trabajadores se pongan del lado de los intereses de la empresa. Es cierto que, si a partir de hoy se decidiera exigir a las industrias del Reconquista lo mismo que pretendemos que Uruguay les exija a las fábricas de celulosa de Fray Bentos, de las 12.000 empresas instaladas deberían cerrar por lo menos 10.000. Es claro que debe establecerse, como política de Estado y para cada empresa, un plan de adecuación, que les ofrezca tiempo e incluso créditos blandos, para que instalen la correspondiente planta de tratamiento de sus efluentes. Lo que sostenemos es que este plan de adecuación debe anunciarse, en cada caso, en un acto con la presencia de los trabajadores de la empresa: para que sepan que si, vencido el plazo, la empresa no cumplió y es clausurada, el que los va a estar echando a la calle es el propio empresario por no haber cumplido.”

Volviendo al caso del Reconquista, Nunziata sostuvo que “el plan exigía la creación de comités de cuenca, con participación de las comunidades, pero nunca pudieron constituirse porque los intendentes y concejales de los 18 municipios involucrados no lo aceptaron. Actualmente, el río padece una altísima contaminación de sustancias químicas y materia orgánica. La ‘materia orgánica’ es, básicamente, caca: residuos cloacales sin tratar. La química es de todo tipo, incluyendo metales pesados y derivados de la celulosa: hablamos mucho de las papeleras uruguayas, pero también las hay acá nomás, sobre la Ruta 9. Además, la obra nunca contempló el saneamiento del arroyo Morón, por donde llega gran parte de la contaminación al Reconquista: es decir que, desde un principio, sabían que el problema no se iba a resolver”.

En la misma línea se pronunció Alberto Alcaide, presidente de la ONG Cipocar –Coordinadora Intercomunal Pro Obras de Control y Aprovechamiento del Río de la Reconquista–: “Un problema muy grave es el de las cloacas. La población de la cuenca, que en 1985 era de un millón doscientas mil personas, hoy es de cuatro millones, y la falta de cloacas contamina las napas. Hoy existe una planta depuradora en ejecución, en la localidad de William Morris, y tres en proceso licitatorio. Para la de William Morris están haciendo la cañería troncal, por Ituzaingó, Morón y Hurlingham, pero no se sabe hasta dónde va a llegar la red final: los municipios y los arquitectos procuran hacerlas llegar a zonas de alto valor para construir edificios en altura, que hoy no están permitidos por no existir cloacas; y la gente más afectada, que es la más humilde, va a seguir igual”.

jueves, 6 de julio de 2006

Horror por el nuevo socio (que asco que me dan!!)

Por Luis Bruschtein

La forma en que los gobernantes de América latina se relacionan con Hugo Chávez ha sido tomada por un sector de los analistas internacionales, muy influenciado por la política del Departamento de Estado norteamericano, como una especie de democraciómetro. Este medidor dice que cuanto más intercambio tenga un país latinoamericano con su vecino venezolano, tanto más estará en duda su carácter democrático. Y cuanto más lo critique, tanto más democrático sería.

Resulta paradójico que este democraciómetro haya sido promovido por Estados Unidos, el país que más negocios tiene con Venezuela. El argumento resulta falso en ambos sentidos. Ni Venezuela es más norteamericanista por tener tantos negocios con Estados Unidos, ni Estados Unidos resultaría el principal apoyo de Chávez por esa misma razón. En realidad, a pesar de tantos negocios en común, ambos gobiernos están muy enfrentados.

Es más, las estratégicas relaciones comerciales que tiene Estados Unidos con Venezuela, a pesar de sus relaciones políticas tan complejas y en colisión permanente, constituyen el mejor ejemplo de que ese democraciómetro no funciona. Parece más bien un argumento para infradotados. Para Estados Unidos no, porque la idea del democraciómetro venezolano tiene sentido en función de su reacción de potencia hegemónica que se siente vulnerable cuando no controla el gobierno de un país que es su tercer proveedor de petróleo.

Este argumento ha sido el sustrato sobre el que los medios conservadores locales cubrieron el ingreso de Venezuela al Mercosur y los acuerdos firmados con el gobierno argentino. Y no lo hacen por infradotados, sino porque conciben a la política exterior argentina de una manera similar a la que prevaleció durante los gobiernos de Carlos Menem y la Alianza, que fue la del alineamiento automático con Estados Unidos.

El alineamiento automático ideologiza las relaciones exteriores a partir del discurso norteamericano. Define que Estados Unidos es la mayor economía del mundo y subordina todos los relacionamientos del país y sus definiciones políticas a la prioridad de integrar la economía local a la de la potencia. “Es mejor tener alianzas estratégicas con una economía central –se ha ironizado– que con otra parecida o más pobre que la nuestra.”

El alineamiento automático es el correlato del neoliberalismo econonómico en la política exterior. Así Carlos Menem llevó a la Argentina a la guerra del Golfo y el hostigamiento a Cuba, cuando Estados Unidos mantenía relaciones normales con China y Vietnam o con regímenes feudales como los de Arabia Saudita y Kuwait. Y también ha sido la política exterior del mexicano Vicente Fox que, rompiendo la tradición de la cancillería de su país, provocó inquinas y enfrentamientos en el ámbito latinoamericano al ideologizar fuertemente sus posicionamientos.

El fracaso del neoliberalismo es también el del alineamiento automático. El país se empobreció y no logró en ningún momento establecer relaciones comerciales igualitarias con ninguna potencia económica o “economía central”. Lo que se subordinó en política terminó subordinado en lo económico. Se demostró, por el contrario, que en los mercados no solamente priman la oferta y la demanda, sino también relaciones donde los que tienen más fuerza imponen condiciones desiguales a los más débiles.

Para resolver esa ecuación es necesario ganar peso en la negociación y el camino para hacerlo es la integración regional. Por lo tanto, de la suerte de ese proceso de integración dependerá el lugar que ocupe la Argentina en el mundo. El Mercosur no es un invento ideológico como el democraciómetro, sino una necesidad estratégica para que la Argentina –y al mismo tiempo la región– ocupe el lugar en el mundo que no pudo lograr con el alineamiento automático.

La integración de Venezuela al Mercosur es importante así, más allá de su gobierno y lo mismo ocurre con los demás países, incluidos Brasil y Argentina. No se trata de acuerdos con Chávez o Lula, sino con Venezuela y Brasil. De lo contrario el acuerdo dejaría de existir cuando cambien los gobiernos. Sin embargo, el proceso de integración implica una decisión, una voluntad, una concepción política que es diferente a otras. Sería una mentira o incompleto plantearlo como un desarrollo puramente económico. Hay una ideología, una forma de visualizar la región que se desprende de la voluntad de integración. Y en ese punto, más allá de la diversidad de los procesos de cada país y de sus realidades internas, están las coincidencias de sus gobiernos actuales.

La integración tampoco puede depender de la decisión efímera de un gobierno de facto porque implica largos procesos culturales, sociales y políticos en común, además de los económicos. Esa decisión tiene que expresar la voluntad popular soberana. Y todos los gobiernos que participan en la construcción de esta alianza han surgido de elecciones democráticas. Sobre todo el de Chávez, que aceptó todas las condiciones y observaciones que le exigieron en las numerosas elecciones que ganó. Se puede no estar de acuerdo con Chávez, pero nadie puede negar que esas elecciones fueron de las más transparentes de América latina. Y si no que lo diga el presidente Fox, uno de los más aficionados al democraciómetro, cuyo partido está envuelto en estos días en un escándalo de manipulación y fraude electoral ante el temor de una victoria de su opositor socialdemócrata.

miércoles, 14 de junio de 2006

siguen los interrogativos

vale la pena no vivir el presente, deseando revivir un pasado que ya no puede volver a existir?
por què despreciamos el presente y anioramos un pasado, por demàs doloroso?

martes, 13 de junio de 2006

Volver (?)

Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos,
Van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron,
Con mis pálidos reflejos,
Hondas horas de dolor,
Y aunque no quise el regreso
Siempre se vuelve al primer amor.

La vieja calle donde el eco dijo:
Tuya es su vida tuyo es su querer,
Bajo el burlón mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver.

Volver
Con la frente marchita,
Las nieves del tiempo
Plantearon mi sien.

Sentir,
Que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que es febril la mirada
Errante en las sobras
Te busca y te nombra

Vivir,
Con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que llevo otra vez

Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida.

Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos,
Encadenan mi soñar.

Pero el viajero que huye,
Tarde o temprano detiene su andar
Y aunque el olvido de todo destruye
Haya matado mi vieja ilusión
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón.

Volver,
Con la frente marchita,
Las nieves del tiempo
Plantearon mi sien.

Sentir,
Que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada
Que es febril la mirada
Errante en las sombras
Te busca y te nombra.

Vivir,
Con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez.

Sentir,
Que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que es febril la mirada
Errante en las sombras
Te busca y te nombra.

Vivir,
Con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez.

jueves, 1 de junio de 2006

“Ser hermano del Che nunca fue neutral”

JUAN MARTIN GUEVARA, EX PRESO POLITICO
“Ser hermano del Che nunca fue neutral”
El hermano menor del Che estuvo ocho años preso durante la dictadura y, en su caso, la Secretaría de Derechos Humanos amplió el beneficio de la indemnización. “Dos veces tirotearon mi casa y una vez pusieron una bomba”, dice el Tin Guevara.


Por Victoria Ginzberg

“Ser el hermano del Che es una parte mía: en dos oportunidades tirotearon y ametrallaron mi casa, una vez pusieron una bomba. No era algo más, algo que no importaba. Ni siquiera era algo muy divertido. No era como ser el hermano de Soledad y salir a revolear el poncho”, dice Juan Martín Guevara, que mantiene un riguroso perfil bajo y que será recordado como el Tin por el que preguntaba el mítico jefe guerrillero en las cartas que escribía a su madre. El hombre estuvo ocho años en diferentes cárceles del país y recibió la indemnización que le correspondía por haber sido preso político. Su caso abrió un camino, ya que no sólo fue resarcido por el tiempo que estuvo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN), sino también por el período que pasó detenido luego de ser condenado por la Justicia Federal.

La ley de indemnización de presos políticos establece que son beneficiarios quienes estuvieron a disposición del Poder Ejecutivo nacional o de tribunales militares. Guevara, que fue arrestado en marzo de 1975, fue un “preso PEN” hasta el 6 de marzo de 1979. Desde ese día, hasta que consiguió la libertad condicional, el 10 de marzo de 1983, quedó detenido por decisión de la Justicia, que lo condenó en base a la ley 20.840. Esa norma, sancionada en 1974, castigaba las “actividades subversivas en todas sus manifestaciones”. Ahora, explica su abogado, Tomás Ojea Quintana, se reconoce con status de perseguidos políticos a quienes fueron juzgados en virtud de esa ley, aunque no hayan estado a disposición del PEN.

Cuando salió de la cárcel, Juan Martín, militante del Frente Antimperialista por el Socialismo, tenía 26 pesos y un pasaje Trelew-Buenos Aires-Rosario. Con el tiempo rearmó su vida y ahora tiene una tienda de habanos, vinos y exquisiteces en Las Cañitas. Allí habla con Página/12 de sus días como prisionero, de Cuba y de los recuerdos que lo unen a su hermano.

–¿Cómo era la vida cotidiana en la cárcel? ¿Cómo se organizaban?

–Hubo etapas de mayor violencia, mayores restricciones, de más golpes, más torturas. Uno nunca sabe cómo quedó o cómo estaría si no hubiera pasado, pero la organización fue lo que hizo que pudiéramos llegar a la democracia teniendo valoraciones positivas, incluso pudiendo haber sacado enseñanzas y cosas que uno incorporó a la etapa de preso. Fue la organización la que lo logró, no la organización previa, que era imposible reflejar en la cárcel, sino una nueva organización en la que había parte de lo que traías como experiencia. La organización te permitía sobrevivir mentalmente, emocionalmente, en tu manera de pensar, de ser, tu cultura.

–¿Puede explicarlo con algún hecho concreto?

–Nunca pudieron impedir que nos comunicáramos. Nos escribíamos entre nosotros. La cárcel de Sierra Chica tenía esta forma (extiende la palma de la mano en la mesa con los dedos separados), tenía doce pabellones. El pabellón 12 era el de castigo, que estaba absolutamente separado, aislado. Los otros tenían un patio en el medio. Durante un tiempo nos permitían salir sólo tres veces por semana. No podíamos caminar en grupos de más de tantos, no podíamos acercarnos a la ventana. Cuando algo no funcionaba como ellos querían, al pabellón 12. Hacían requisas a cualquier hora, entraban y revolvían todo, te pateaban, te echaban agua fría. En un fin de año entran a un grupo de celdas, no me acuerdo si era 24 o 31 de diciembre, del pabellón que estaba más cerca del pabellón 12 –que era de los que estábamos destinados a ser fritos en primer lugar–, y encuentran pan dulce, cosas de fin de año y se ponen locos. Esas cosas nunca las pudieron parar.

–¿Y cómo hicieron para tener esas cosas?

–No te lo voy a decir porque a lo mejor en algún tiempo alguno va a necesitar algún pan dulce, y Sierra Chica sigue existiendo.

–¿Cómo se enteraban de lo que pasaba afuera?

–En el ’75 teníamos radio, diario, visitas. Desde el golpe para adelante dejamos de tener visitas, diarios. Empezamos a no salir a recreo. Debo haber estado en total tres años y medio en celdas solitarias. A veces pasaba hasta seis meses en la celda de castigo. No tenías noción ninguna de lo que estaba pasando, no fuera de la cárcel, sino en el pasillo. El objetivo era rechiflarte, que te volvieras loco.

–¿Cuándo se enteran de las desapariciones, la masividad de la represión?

–De la masividad mucho después. Sabíamos de los secuestros porque muchos de los que llegaban en el último tiempo venían secuestrados. Era evidente que había algunos que pasaban a ser presos, otros los liberaban y otros no se sabía. Más adelante, cuando desaparecen familiares directos de los que estábamos presos, ya íbamos teniendo noción de que la represión se hacía cada vez más profunda y más extensa. Y de que uno de los métodos que existía era tomar a una persona y no aparecía. En Sierra Chica hubo dos desapariciones de familiares.

–¿Los guardias y oficiales sabían que era hermano del Che?

–Eso me jugó a favor o en contra. Nunca era neutral. A veces, como era el bicho raro, me trataban más o menos bien. Pero no muchos sabían. En Sierra Chica teníamos un número, yo era 449. Durante años fui el 449.

–¿Y cómo jugó su apellido durante la militancia?

–Yo fui hermano del Che siempre, pero en determinadas circunstancias era cualquiera y además no se sabía de quién era hermano ni cuántos hermanos tenía. Uno de los oficiales que me interroga sí, directamente, se empieza a meter con el parentesco. Me acuerdo, creo que era un mayor, que decía “‘que lástima que agarró para el lado que agarró, porque ese tipo sí valía”. Me comentaba cosas para demostrar que sabía, que había leído.

–Pero había como un respeto...

–Había un respeto a través mío a la imagen, la figura. Y los que te fajaban también. Sin duda, porque si no, no te diferenciarían.

–¿Y cómo llevaba la diferenciación?

–Nosotros le llamábamos poner cara de candado, cara de nada. Porque no sabías qué podía pasar. Como cuando nos preguntaban “¿Leíste tal libro?” No. “¿Vos hacés gimnasia?” No. “Pero vos no hacés nada”, decían. Me acuerdo de una vez en que estaba con otro preso al que le preguntaban si era montonero. “No, yo soy peronista”, decía. Le insistían y él seguía con que era peronista. Entonces me preguntan a mí “¿vos sos del PRT?” “No, yo soy socialista”, dije. Es que si ése era peronista, yo era socialista. Pero en todas las oportunidades en que saltaba que yo era hermano del Che, venían a ver.

–¿Le molesta que lo identifiquen como el hermano de...?

–Desde el año ’56, ’57 paso a ser, además de Juan Martín Guevara, hermano de Ernesto Guevara y después de El Che. Es una parte mía, está incorporado. Yo tenía quince años cuando fui a Cuba. Llegué el 6 de enero del ’59, cinco días después del triunfo de la revolución. Fidel todavía no había entrado en La Habana. En el período anterior, estábamos siempre alerta de las noticias que llegaban. En cinco oportunidades a mi hermano lo publicaron como muerto en los diarios. Siempre estábamos a la espera de una esquela que dijera que no. Y llegaban. En mi casa en dos oportunidades tirotearon y ametrallaron, una vez pusieron una bomba. No era algo más, algo que no importaba. Ni siquiera era algo muy divertido. No era como ser el hermano de Soledad y salir a revolear el poncho. Era un tema. Recibíamos llamadas telefónicas.

–¿A Cuba fue sólo de visita?

–Fui como un familiar. Hacía años que no lo veíamos. Estuve dos meses y algo. Justo en la época de verano. Se ve que ellos decidieron hacerlo en enero para que no faltara al colegio.

–¿Qué relación tiene hoy con Cuba?

–Trabajé muchos años con libros de Cuba. Y en la Feria del Libro ponía el stand de Cuba. Viajaba bastante. Después, por razones económicas, fui acercándome al habano. Hasta que puse una distribuidora. Pero Cuba, más allá de lo que políticamente pueda tener de cercano, para mí es algo mucho más importante que eso: amigos, familia, es un segundo hogar, es un lugar familiar. Conozco Cuba de un lado al otro y la he ido viendo del ’59 a hoy.

–¿Y cómo era Cuba el 6 de enero del ’59?

–Era algo muy impactante. Era impactante desde una cuestión personal, familiar e histórica. Había cosas sorprendentes. Yo me encontré con gente de mi edad o un año más que eran capitanes del ejército rebelde con responsabilidades. Además estaba mi hermano. En nuestra familia el trato nunca fue formal, y de pronto encontrar una persona... primero militar, con orden y mando, es decir que había que cuadrarse; segundo, con un poder de atracción sobre los demás increíble. Y a la vez seguía siendo mi hermano. Cuando estábamos juntos, seguíamos con las mismas jodas y los códigos de antes. Pero había un cambio sustancial.

–Se lo tengo que preguntar, ¿cómo es encontrar a un hermano en banderas, remeras?

–Eso ya es otra historia. Tuve experiencias con gente en la montaña que me contaba anécdotas y me doy cuenta de que vivió con él. Es distinta la emoción de ver a una persona que se pone a llorar porque tiene recuerdos muy concretos, a ver algo que puede ser muy superficial, que puede ser los Bee Gees, la lengua afuera de los Stones o El Che. Obviamente que también es una forma de estandarizarlo o banalizarlo. Vos podés hablar del guerrillero, del estadista o del médico. Se puede hablar de lo que dijo, hizo o del que dejó cargos importantes y entregó su vida. Vos podés separar, pero cuando lo juntás se te genera un problema. Si juntás todo el personaje se problematiza. Lo complejo es ver cómo se toma la figura.

jueves, 25 de mayo de 2006

lunes, 22 de mayo de 2006

LISTA DE NUEVOS SINTOMAS QUE DEFINEN LA APARICION DE UNA NOVEDOSA ENFERMEDAD

LA SEJUELA

1.. Si un café express produce insomnio .
2.. Si una cerveza lleva directo al baño ...
3.. Si todo parece muy caro ...
4.. Si cualquier pavada causa enojo o alteración .
5.. Si todo pequeño exceso provoca aumento de peso ..
6 .. Si se llega a la edad de los metales: cabellos de plata,dientes
de oro, implantes dentales de titanio... y bolas de plomo...
7.. Si se hace el amor casi tres veces por semana (casi el lunes, casi el miércoles, casi el sábado) ...
8.. Si la carne da gastritis, el chimichurri irrita y el ajo se repite
9.. Si la sal sube la presión ...
10.. Si al mozo se le pide una mesa lo más lejos posible de la
música y de la gente ...
11.. Si atarse los cordones da dolor de cintura
12.. Si la TV adormece ...
13.. Si hay que usar varios pares de anteojos (de lejos, de cerca,
de media, de sol...) ...
14.. Si le dicen "señor" o "señora" en todos lados...

Todos esos síntomas son prueba irrefutable de que la persona padece de
SEJUELA : se jue la ... juventud!!!

sigue la retorica...

a quien cuernos se le ocurriò que la mudanza me iba a hacer bien?!?!?

jueves, 18 de mayo de 2006

preguntas retoricas

Si segun Lennon la vida es esa cosa que pasa mientras nosotros estamos ocupados haciendo otras ... nosotros què vivimos? una NO-vida?

sabias palabras...

Lo nuestro duró
lo que duran dos peces de hielo
en un güisqui on the rocks,
en vez de fingir,
o estrellarme una copa de celos,
le dio por reír.
De pronto me vi,
como un perro de nadie,
ladrando, a las puertas del cielo.
Me dejó un neceser con agravios,
la miel en los labios
y escarcha en el pelo.

Tenían razón
mis amantes
en eso de que, antes,
el malo era yo,
con una excepción:
esta vez,
yo quería quererla querer
y ella no.
Así que se fue,
me dejó el corazón
en los huesos
y yo de rodillas.
Desde el taxi,
y, haciendo un exceso,
me tiró dos besos...
uno por mejilla.

Y regresé
a la maldición
del cajón sin su ropa,
a la perdición
de los bares de copas,
a las cenicientas
de saldo y esquina,
y, por esas ventas
del fino Laína,
pagando las cuentas
de gente sin alma
que pierde la calma
con la cocaína,
volviéndome loco,
derrochando
la bolsa y la vida
la fui, poco a poco,
dando por perdida.

Y eso que yo,
para no agobiar con
flores a María,
para no asediarla
con mi antología
de sábanas frías
y alcobas vacías,
para no comprarla
con bisutería,
ni ser el fantoche
que va, en romería,
con la cofradía
del Santo Reproche,
tanto la quería,
que, tardé, en aprender
a olvidarla, diecinueve días
y quinientas noches.

Dijo hola y adiós,
y, el portazo, sonó
como un signo de interrogación,
sospecho que, así,
se vengaba, a través del olvido,
Cupido de mí.
No pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta.

Me abandonó,
como se abandonan
los zapatos viejos,
destrozó el cristal
de mis gafas de lejos,
sacó del espejo
su vivo retrato,
y, fui, tan torero,
por los callejones
del juego y el vino,
que, ayer, el portero,
me echó del casino
de Torrelodones.
Qué pena tan grande,
negaría el Santo Sacramento,
en el mismo momento
que ella me lo mande.
I have climbed highest mountain
I have run through the fields
Only to be with you
Only to be with you

I have run
I have crawled
I have scaled these city walls
These city walls
Only to be with you

But I still havent found what Im looking for
But I still havent found what Im looking for

I have kissed honey lips
Felt the healing in her fingertips
It burned like fire
This burning desire

I have spoke with the tongue of angels
I have held the hand of a devil
It was warm in the night
I was cold as a stone

But I still havent found what Im looking for
But I still havent found what Im looking for

I believe in the kingdom come
Then all the colors will bleed into one
Bleed into one
Well yes Im still running

You broke the bonds and you
Loosed the chains
Carried the cross
Of my shame
Of my shame
You know I believed it

But I still havent found what Im looking for
But I still havent found what Im looking for
But I still havent found what Im looking for
But I still havent found what Im looking for...

we never change ... (?)

I wanna live life, never be cruel,
I wanna live life, be good to you.
I wanna fly, never come down,
And live my life,
And have friends around.
We never change, do we?
We never learn to leave,
So I wanna live in a wooden house,
I wanna live life, always be true,
I wanna live life, and be good to you,
I wanna fly, and never come down,
And I live my life, and have friends around.
We never chang do we? no, no,
We never learn to bleed,
So I wanna live in a wooden house,
Making more friends would be easy.
Oh I dont have a show to say,
Yes, and I sing every single day,
We never change do we?
We never learn to leave.
So, I wanna live life in a wooden house,
Making more friends would be easy,
I wanna live where the sun comes out.

derecho de pernada

que cuernos es?????

bienvenidos...

... al smombe blog!!